Hace unos días que circula por Internet y con mucha repercusión en las redes sociales una bandeja que contiene presuntamente carne de vacuno, identificada con una etiqueta en la que figura el logotipo BM y que hace referencia a una supuesta “Chuleta Gallega”, en los datos de trazabilidad que figuran en esta etiqueta se puede observar claramente que el país de engorde, sacrificio y despiece es Alemania. Dada la evidente contradicción de los datos que figuran en la etiqueta y la trascendencia que está teniendo en las redes sociales fueron cientos los comentarios a cerca de este supuesto fraude.
Viendo los datos que se aportan en la etiqueta, considero que no debe ser la intención del establecimiento defraudar a sus consumidores y de ser esa su intención, lo estaría haciendo al estilo del gran Gila en el monólogo “¿es el enemigo?”.
Al aportar información de forma tan clara, el supuesto engaño es tan evidente, burdo, grosero y esperpéntico que incluso podría no ser considerado un engaño según distintas sentencias emitidas por el Tribunal Supremo:
STS 1243/2000, de 11 de julio «el engaño ha de entenderse bastante cuando haya producido sus efectos defraudadores, logrando el engañador, mediante el engaño, engrosar su patrimonio de manera ilícita, o lo que es lo mismo, es difícil considerar que el engaño no sea bastante cuando se ha consumado la estafa. Como excepción a esta regla sólo cabría exonerar de responsabilidad al sujeto activo de la acción cuando el engaño sea tan burdo, grosero o esperpéntico que no puede inducir a error a nadie de una mínima inteligencia o cuidado .
STS 183/2005, de 18 de febrero, la exclusión de la apariencia de verdad y capacidad para ser tenido como documento auténtico requiere que ésta salte a la vista inmediatamente, sin ningún esfuerzo de atención o conocimiento especial del observante, de modo que el remedo sea flagrante, apercibible e incapaz de inducir a error sobre su autenticidad bajo ningún concepto.
STS 8545/2001, de 2 de noviembre, La falsedad, por su mismo concepto, implica dos elementos: 1º. Una mutación de la verdad. 2º. Que sea tal que pueda engañar, es decir, que de algún modo lo que no es verdadero pueda parecerlo, porque una alteración de la verdad que lo sea de modo manifiesto, de forma tal que cualquiera que se acerque al objeto
Debido a la inestabilidad creada en el mercado de la carne de vacuno por la crisis de la encefalopatía espongiforme bovina, para mejorar la transparencia en la producción, la comercialización y aumentar la confianza de los consumidores en este producto, la Unión Europea estableció una serie de normas para el etiquetado adecuado y claro del producto (Reglamento (CE) 1760/2000 y Reglamento (CE) 1825/2000). Este sistema de etiquetado debe garantizar en todo momento la trazabilidad del producto, permitiendo conocer en todo momento el origen de la carne de vacuno comercializada,que bien se resume en el lema “de la granja a la mesa”.
En España el RD 1698/2003, por el que se establecen disposiciones de aplicación de los Reglamentos comunitarios sobre el sistema de etiquetado de la carne de vacuno, además de los datos generales de etiquetado aplicables a cualquier producto alimenticio, establece que en todas las fases de producción, comercialización y venta (existe una excepción para los puntos de venta, en los producto no preenvasados) deberá aplicarse a las canales o piezas de carne una etiquetas con al menos las siguientes menciones:
-El número de referencia o código de referencia que debe relacionar inequívocamente la carne con el animal o grupo de animales de que procede.
– «Nacido en» o «País de nacimiento» + Nombre del País
– «Criado en» o «Engordado en» o «Cebado en» o «País de engorde» + Nombre del País
– «Sacrificado en» + Nombre del País + Nº Registros Sanitario del matadero
– «Despiece en», + Nombre del País + Nº Registros Sanitario de la sala de despiece.
Resumiendo, este sistema de etiquetado obliga a colocar una etiqueta a cada una de las bandejas de carne que se coloca en el mostrador del supermercado, en las que se indiquen los datos de trazabilidad (Nº de documento de identificación, nacionalidad, lugar de residencia y lugar de defunción) de la carne presente en la bandeja.
Recuerdo cuando en el supermercado de mi barrio la Sra. Francisca tenía que colocar, a cada uno de los productos que tenía en las estanterías, una pequeña etiqueta naranja indicando el precio del producto. A la hora pasar por caja, debía leer cada una de las etiquetas y teclear cada importe en su vieja caja registradora. Comprando semanalmente los mismos productos, raro era la semana en la que coincidía la cantidad a pagar. Con el paso del tiempo fueron llegando los lectores de códigos de barras a las cajas de los supermercados, evitando así los errores a la hora de teclear manualmente los precios de los productos, agilizando la venta y facilitando la gestión del almacén.
A día de hoy, el etiquetado de las bandejas de carne en la mayoría de establecimientos, a pesar de que un gran número de suministradores introducen un código de barras en sus etiquetas, sigue funcionando como lo hacía la Sra Francisca; introduciéndose los datos de trazabilidad de forma totalmente manual.
Teniendo en cuenta que es habitual que en un supermercado se despache simultáneamente carne de distintas canales, de distinta categoría e incluso de distintos orígenes, añadiendo a esto la cantidad de datos a introducir y una etiquetadora en la que se incorporan los datos de forma totalmente manual, que suceda un error en el etiquetado es sólo cuestión de tiempo.
Una vez sucedidos errores como los que vemos en la esta etiqueta, para poder conocer donde estuvo el fallo y cual es la carne que realmente se encuentra en la bandeja es imprescindible que el establecimiento cuente con unos eficaces registros de trazabilidad.
Para evitar que vuelva a suceder un hecho similar es necesario conocer el origen del error , aplicar medidas sistemáticas en el proceso de fileteado que imposibiliten la introducción de datos erróneos y verificar que las medidas aplicadas sean eficaces.
Hasta aquí una posible explicación a los errores encontrados en cuanto a la trazabilidad del producto.
Como ejemplo a lo manifestado anteriormente, que debido al procedimiento utilizado actualmente para la trasladar los datos de trazabilidad a la etiqueta la aparición de un erro es sólo cuestión de tiempo, durante la redacción de esta entrada encuentro información publicada en el Periódico de Aragón sobre un nuevo error de etiquetado.